Aude comparte sus ideas con su marido Cédric, un empresario visionario. Juntos, se dieron cuenta de que para combatir de verdad los problemas de la piel, debían atajar el problema de raíz, restableciendo el equilibrio interior. Siempre con el máximo respeto, porque, en última instancia, los intereses de los consumidores deben primar sobre cualquier otra consideración.

"Decidimos desafiar al mundo de la cosmética tradicional con nuestro enfoque neurocosmético minimalista, que se centra en los síntomas y no en las consecuencias. Nuestro objetivo es convencer a nuestros usuarios de que el bienestar general también es bueno para el estado de la piel, de modo que tal vez con el tiempo podamos prescindir de los productos convencionales para el cuidado de la piel que se utilizan esencialmente para corregir la piel afectada por nuestras vidas desequilibradas."