Los ingredientes funcionales neurocosméticos pueden utilizarse en combinación con otros ingredientes activos, formulados en diferentes formas cosméticas para dirigirse al tipo de piel y a la edad de cada consumidor. Sin embargo, en el mercado, este tipo de ingredientes se utilizan principalmente en fórmulas antiedad y para pieles sensibles o para combatir el estrés cutáneo.
Pimienta monje, arbusto de gran tamaño que crece en el Mediterráneo y Asia. Sus bayas contienen fitoendorfinas, que se unen a los receptores opioides, provocando un efecto analgésico y una sensación de bienestar. Estimula las actividades de la β-endorfina, la molécula de la felicidad del organismo, y de la DHEA. Este ingrediente funcional neurocosmético ayuda a aumentar la hidratación, firmeza, densidad y elasticidad de la piel, al tiempo que estimula la producción de colágeno.
Anandamida: Desde su descubrimiento en 1992, la anandamida (palabra procedente del sánscrito: ānanda que significa alegría o dicha) ha sido ampliamente estudiada por sus efectos en el alivio del dolor, la calidad del sueño y la reciente regeneración celular. El Dr. Mauro Maccarrone ha llevado a cabo una investigación fascinante y ha publicado un artículo sobre los efectos de la anandamida en la regulación de la diferenciación de los queratinocitos, responsables de la capa más externa de nuestra piel. Presente de forma natural en muchas plantas, se dio a conocer gracias a una famosa investigación que encontró sus trazas en el chocolate. Este ingrediente activo natural interactúa con el ECS y accede a nuestro sistema nervioso de forma similar al CBD, lo que lo convierte en un candidato perfecto para su aplicación neurocosmética.
Tephrosia purpurea. Se trata de una hierba común de los páramos de la India y Sri Lanka que se ha utilizado como etnomedicina para tratar diversas afecciones. Explorado como un neurosmético, puede ayudar a estimular la producción de beta-endorfinas, mientras que el mantenimiento de las propiedades de
El pino Ponderosa, también conocido como el rey de los Alpes, tiene multitud de usos. El proceso de extracción produce un ingrediente activo que calma la sensibilidad de la piel y reduce las rojeces. La protección del colágeno y sus propiedades antiinflamatorias hacen de este ingrediente una excelente adición a la creciente gama de ingredientes neuroactivos.