A pesar de décadas de estudios sobre la conexión neurológica de la piel, el campo de la neurocosmética está aún en pañales. Esto también se refleja en el conocimiento que tienen los consumidores de los productos y sus posibles beneficios para el bienestar de su piel.
El número de búsquedas relacionadas con el consumo es marginal, como indican las tendencias de Google, Quora o Reddit, las herramientas de búsqueda más populares entre los consumidores. Ni siquiera se ha publicado aún un término en Wikipedia, lo que sólo indica la falta de interés del mercado de masas.
Dicho esto, los términos de búsqueda relacionados con la neuroplasticidad y el bienestar han crecido exponencialmente, impulsados por la mayor atención a la salud personal y la atención plena relacionada con los cambios sociales de la pandemia de 2020. Medios de comunicación de masas, incluidos perfiles en Instagram y Facebook, así como vídeos en YouTube y numerosos podcasts centrados en la neurociencia. Blogs académicos como MIT News/Neuroscience, profesores de renombre como Huberman, de Stanford, o comentaristas de estilo de vida no acreditados como el neurohacker de Instagram (https://www.instagram.com/neurohacker) se esfuerzan cada vez más por popularizar los hechos neurocientíficos entre el público. Parece natural que los próximos pasos sean la especialización del campo centrándose en áreas concretas como la neuroestética y, lo que es más importante para los fines de este estudio, la neurocosmética.
El principal motor de este crecimiento parece estar en el campo médico, centrándose en particular en el tratamiento de afecciones cutáneas graves como la psoriasis o el eczema, así como en la cosmética innovadora, como la exploración de las propiedades neuroactivas de diversos ingredientes. Desde el punto de vista cosmético, el próximo campo de batalla será encontrar las combinaciones más eficaces de estos ingredientes para proporcionar un tratamiento de 360°, mediante rutinas de belleza en interiores y exteriores.
En colaboración con laboratorios cosméticos de grandes centros de innovación cosmética como Suiza, empresas especializadas como I.D. Swiss Botanicals se enfrentan a las ya establecidas para liderar el campo de la neurocosmética y popularizarla con la ayuda de la comunidad científica y los medios de comunicación.
Los productos tópicos que reducen los niveles de estrés y mejoran la calidad del sueño están ganando popularidad a medida que continúa la búsqueda de una piel sana, como parte de las nuevas realidades de la era post COVID. Como se describe al principio de este libro blanco, el aumento del tiempo frente a la pantalla y las ansiedades extrínsecas impulsarán la demanda de productos holísticos para el cuidado de la piel basados en ingredientes neuroactivos naturales como el CBD y muchos otros mencionados en el estudio.
El próximo reto para quienes buscan neurocuidados de la piel será encontrar productos que puedan personalizarse aún más en función de los distintos tipos de piel, así como de las propiedades anatómicas y fisiológicas de las personas.
Entre los temas que deberían investigarse más a fondo figuran los siguientes:
La eficaz combinación de neurocosmética tópica y consumible para una máxima eficacia.
Cómo afecta la rutina de cuidados nocturnos a la calidad del sueño
Cuidado neuroactivo de la piel y niveles de cortisol.
Los estudios clínicos sobre las propiedades de muchos de estos productos están muy avanzados y los comentarios de los consumidores sobre los productos existentes han sido muy positivos, lo que ha animado a investigadores y expertos en cosmética a seguir la vía de la neurocosmética.