ID Swiss Botanicals ofrece cremas que contienen extractos de cannabis. Se trata de la nueva aventura de Babylon Sciences en un mercado en el que es necesario explicar y tranquilizar constantemente.
Somos rebeldes pero serios". Este es uno de los lemas, tan provocador como evocador, de ID Swiss Botanicals, una nueva empresa con nombre propio, con sede en Lausana. ID como guiño fonético a la niña que corre por nuestras montañas, Swiss para subrayar la calidad y seriedad de lo que aquí se hace y Botanicals por el efecto verde. Es la que ha comercializado recientemente dos cremas (una de día, otra de noche), un sérum y una mascarilla con CBD. Pero en realidad es la hermana pequeña de Avengarde (flores para fumar y aceites de CBD) y Natural Shelter (productos de CBD para animales vendidos en veterinarias), los tres primeros "hijos" de Babylon Sciences.
A pesar de su sonido inglés y su evidente vínculo con Jamaica, se trata en realidad de una empresa vaudois, que tiene sus instalaciones en Lausana. Fue fundada en 2018 por cinco amigos y empresarios locales: Patrick Delarive, Cédric Rimella (ex-On My Way, empresa de limpieza en seco), Andreas Schollin-Borg (portal de limpieza Batmaid, espacios de coworking Gotham), Florent Bourachot (start-up inmobiliaria Neho) y un abogado ginebrino que desea mantener la discreción.
Del campo al humo Tras la legalización del cannabis con menos de un 1% de THC en 2016, los cinco amigos decidieron lanzarse a este mercado, hasta entonces ocupado por actores opacos. ¿Su idea? Como los horticultores: controlarlo todo, del campo al plato, o mejor dicho, del campo al humo. Quieren cultivar cáñamo de calidad -cuya genética garantice valores entre el 0,03% y el 0,08% de THC- de forma orgánica y vender primero flores para fumar.
Recordemos aquí las diferencias básicas entre el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabidiol (THC). El primero contiene menos del 1% de THC. Es legal y no psicoactivo. Se utiliza en diversas formas por sus propiedades relajantes. Actualmente se incluye en la composición de muchos productos derivados, como complementos alimenticios o cosméticos. La segunda es ilegal, psicoactiva y de consumo recreativo. Su uso terapéutico bajo supervisión médica está progresando.
"Ya al principio de la aventura comprendimos que nada sería fácil en este mercado", recuerda Cédric Rimella, cofundador y CEO de Babylon Sciences. "El CBD puede ser legal, pero aún estamos lejos de poder venderlo como Haribo. Pasamos mucho tiempo explicando y tranquilizando. Se nos juzga constantemente. Socialmente, es un tema muy controvertido. Lo que nos confirmó que nuestro enfoque científico, transparente y local era el correcto".
Es fácil imaginar que la obtención de permisos para cultivar 1.500 m2 de cáñamo en un invernadero en las alturas de Vevey debe de haber sido de todo menos fácil. "Igual que contratar al personal adecuado para garantizar una producción de muy alta calidad", prosigue el empresario, cuyas luminosas y espaciosas oficinas de Lausana recuerdan a las de las start-ups más de moda. "¡Ese tipo de perfil no se encuentra en LinkedIn!".
En la actualidad, Babylon Sciences produce 5 toneladas de CBD natural y orgánico cuyo contenido de THC se sitúa genéticamente entre el 0,03% y el 0,08%. El control es total, desde la clonación hasta la cosecha, pasando por el vivero y la floración. La venta de flores fumables y de sus derivados, como los aceites aromatizados, bajo la marca Avengarde, financia a los 29 empleados de Babylon Sciences y la investigación y desarrollo de sus nuevas gamas.
Más información...
