Los factores extrínsecos antes mencionados que influyen en los niveles generales de estrés van en aumento, lo que ha llevado a las comunidades médica y cosmética a buscar formas más innovadoras de contrarrestar esta tendencia. Desde la práctica de actividades basadas en la atención plena (como el yoga o la meditación) hasta la moderación del tiempo frente a la pantalla o la dieta, la industria cosmética está tratando de abordar esta creciente preocupación de forma más holística para potenciar la eficacia de los productos para el cuidado de la piel. La aparición de productos y suplementos de belleza interior ha sido una de las tácticas para combatir los problemas cutáneos relacionados con el estrés. Sin embargo, un área que ha permanecido inexplorada es el uso tópico de productos neuroactivos para el cuidado de la piel.
La ciencia del sueño reconoce diferentes estados diferenciados, siendo los estados REM y no REM uno de los planos de distinción... Durante estos periodos, tienen lugar procesos fisiológicos que permiten al cuerpo humano recuperar el equilibrio, regenerar las células y, en casos extremos, recuperarse de una inflamación o de una afección más grave.
La piel no es una excepción, ya que el proceso de reparación (mitosis celular) se produce en gran medida durante el estado de no reanimación, en las primeras fases del sueño profundo, según el Dr. Durmer. El estrés psicosocial agudo y la privación de sueño alteran la homeostasis de la función de barrera de la piel en las mujeres, y esta alteración puede estar relacionada con los cambios inducidos por el estrés en la secreción de citocinas.
¿QUÉ SON LAS CITOQUINAS?
Entre los muchos procesos se encuentra la producción de citoquinas, pequeñas moléculas encargadas de señalar a las células del sistema inmunitario que inicien los procesos antiinflamatorios necesarios para reparar lo que se ha dañado durante la vigilia.
También son responsables de reconstruir la barrera cutánea, lo que puede prevenir o minimizar los daños sufridos durante el día. (fuente: CYTOKINES IN DERMATOLOGY - A BASIC OVERVIEW Arijit Coondoo)
¿CÓMO FUNCIONA?

Esto, por supuesto, si seguimos nuestro ritmo de sueño natural, biorrítmico, que permite que estos procesos comiencen y se desarrollen a lo largo de un ciclo completo. En el otro lado del espectro están los efectos negativos de la privación de sueño, que se ha demostrado que acelera el envejecimiento prematuro. También provoca depresión, aumento de peso y enfermedades cardiacas, lo que no hace sino reforzar el círculo vicioso de un sueño deficiente.
Bien, ¿y dónde encaja la piel en esta ecuación? La falta de sueño afecta a una serie de procesos que influyen en la salud y el estado de la piel, siendo los principales:
Según comprobaron Min Ah Kim, Eun Joo Kim, Byung Young Kang, Hae Kwang Lee en su estudio sobre los efectos de la privación de sueño en la piel de 24 pacientes, tras una sola noche de privación de sueño se observaron los siguientes cambios:
LOS EFECTOS DE LA FALTA DE SUEÑO

Todas las pruebas científicas recopiladas llevan a la conclusión de que no sólo existe una correlación entre el estilo de vida y el sueño, sino también pruebas sólidas que apoyan la tesis de que la salud y el aspecto de nuestra piel están relacionados con la calidad del sueño.
Esto pone más énfasis en la necesidad de tratar la salud de nuestra piel de forma más holística, aprovechando los ingredientes que tienen aplicaciones tópicas, a la vez que contienen ingredientes neuroactivos que pueden ayudar en la gestión del estrés y la calidad del sueño.